lunes, 28 de noviembre de 2011

Próximo título de los Cuadernos de Poesía: "Viewmaster" de Gastón Carrasco.


Poema de adelanto


Viewmaster: una imagen tras la otra
o un recuerdo estancado en la memoria

El agua estancada huele a muerto.
Nada fluye. Desconozco el olor a santidad
y no pretendo estar al tanto.
Soñar con barro es pelea. Fijo.
Agua estancada es muerte.
Voltear el tiesto es dejar fluir el torrente.
No hay vuelta atrás. Nada vuelve a su lugar.
Se pierde la cadencia.
Metáfora de la vida como el río que fluye.
Y la muerte como el mar dónde todos vamos a dar.
Cuento viejo, re viejo.

La imagen del signo astrológico de Acuario
derrama su agua sobre la penúltima página del diario.

Hay que suprimir para dejar llegar nuevos recuerdos.

Se cambia la imagen.
La chica insiste en pasar el dedo índice
por encima de la fotografía.
Impresiones adquiridas en el tacto
en la huella digital, en la iris de la piel.
Memoria táctil:
jugar con la ceniza del incienso
que se encuentra en los rincones de la casa
o con el azúcar derramada
sobre el mantel plástico floreado.

Paso siguiente, la mirada se queda sujeta
a un punto fijo en el espacio.
Quedarse pegado. Reloading mode.
Contemplación o tiempo muerto.
Alguien llama. Nadie responde.
En un pequeño temblor se vuelve a la órbita.
Así es el golpe del recuerdo
como el efecto sedante del color de ciertos ojos:
un punto y aparte y te sacan del camino.

Se cambia la imagen.
Entramos a un departamento prestado
vacante por algunos días.
Escenificamos la vida de una pareja recién casada.
Vivimos de memoria. Como si siempre hubiésemos
estado juntos en aquel lugar. El fin de semana
fue una vida.
Antes de irnos dejamos todo como estaba.
Incluso tratamos de reparar un par de cosas.
Todo a modo de agradecimiento.
Nuestras sombras se fueron con nosotros.

Se cambia la imagen.
El dedo índice se dirige a la cavidad ocular.
Una mugre entra al ojo.
Acaso no es eso es la mirada:
algo interrumpe, nubla la vista y ya.
Todo se torna difuso. Comienza la fractura.
El juego entre la mano que ajusta el lente
y la imagen por captar. Si no te apuras se te va.
Esquiva: la buena fotografía siempre es la chica
más linda de la fiesta.

El dedo índice se dirige hacia el gatillo.
La máquina dispara a su objetivo.

Última imagen.

Un tocadiscos mojado en el patio de la casa.
La música se repite en el recuerdo.